Capítulo 2
-¿Queréis ir a la piscina?-pregunta
Jake.
-Siiiiii-decimos yo y Marina a la vez
mirando mal a María.
-Vale-dicen Alice y Meredith.
-Pues vamos a cambiarnos y ahora os
recogemos- dice Jake.
Abro la cabaña y entramos como fieras
a coger el bañador.
-¿Creías que no iba a traer
bañador?-me dice Mery.-por cierto, se leer.-le dice a Marina.
-Solo era una bromita...-dice ella.
Cogí protección solar y la toalla y
salimos fuera.
Esperamos un momento a que saliesen los
demás y nos fuimos a la piscina.
Entramos en el recinto de la piscina,
buscamos un sitio con sombra y ponemos las toallas y las otras cosas.
Me quito el vestido y las otras hacen lo mismo. Pero entonces escucho
una voz chillona.
-¿Alguien puede echarme crema en la
espalda?-pregunta Alice.
-Claro-dice Ben acercándose a ella.
Esta chica sabe como llamar la atención.
Termino de ponerme crema y me recojo el
pelo en una coleta alta para que no me moleste.
-Me voy a dar un chapuzón-dice Marina.
-Me uno-le digo rápidamente.
Me doy una rápida ducha con el agua
fría-congelada de las duchas y me tiro de cabeza a la piscina.
-Nada de tirarse de cabeza-me dice
Austin.
-Si, señor-le digo y hago un saludo
militar, segundos después Marina se tira de bomba a la piscina.
Nos llevamos media hora haciendo el
tonto las dos solas en la piscina hasta que nos aburrimos y empezamos
a tirarles agua a los otros para que se metan.
-Mira que sois pesadas eh-dice Mery.-ya
voy.
Narra Lydia
Dolor de cabeza, eso es lo único en lo
que puedo pensar ahora, noto una respiración en mi nuca y un pesado
brazo sobre mi cintura, abro los ojos y la fuerte luz del sol me
ciega, parpadeo para acostumbrarme a ella, entonces me mareo al
recordar lo de anoche, me levanto corriendo intentando no caerme,
recojo mi ropa, ,me pongo el vestido por encima y salgo pitando sin
pensármelo dos veces, espero que el chico con el que dormí no se
despierte, me cuesta recordar lo ocurrido anoche, solo venían a mi
mente pequeños fragmentos borrosos y se que debo volver lo más
rápidamente posible a casa, salgo a la calle con los tacones en las
manos para no hacer ruido. Estoy asustada y el dolor de cabeza no
ayuda a calmarme, me decido por llamar a Ángela para ver si puede
recogerme, saco el móvil y marco su número, después de unos
segundos una voz de mujer me informa de que su móvil no se encuentra
disponible. Unas lágrimas se me escapan poco a poco sin poder
evitarlo, ¿Qué había hecho? Procedo a pedir un taxi para volver a
casa y olvidar lo ocurrido esa noche. Unas mujeres mayores me miran
con desaprobación y murmuran cosas sobre la juventud de hoy en día.
A los pocos minutos consigo un taxi que no está ocupado y me subo.
Le indico al taxista mi dirección y nos dirigimos a mi casa.
Vuelvo a llamar a Ángela y sigue sin
cogérmelo, le dejo un mensaje de voz indicándole que me llame y
espero en silencio a llegar a mi casa. Llegamos y le pago al taxista
antes de salir del taxi. Me dirijo a la puerta de mi casa y entro
dentro, mi perro me viene a saludar moviendo la cola, le acaricio la
cabeza y me voy al baño. Me miro en el espejo, tengo unas pintas
horribles y varios ``mordiscos´´ se encuentran en diferentes partes
de mi cuerpo, me quito la ropa y me doy un baño con la intención de
alejar los malos recuerdos que se hacían cada vez más visibles.
Narra Almu
Nos llevamos toda
la tarde en la piscina y cuando me cansé me puse a tomar el sol
recordando demasiado tarde que no me había puesto crema, por lo que
ahora parezco una gamba.
Nos vamos al
comedor y cenamos unas pizzas que parecían congeladas, pero no les
puse mala cara y cené me llené el estómago que antes rugía.
-Esto si que es
vida...-dice Marina.
-Y que lo
digas...-dice Mery recostándose en el respaldo de la silla.
Nos vamos y
empezamos a discutir sobre quien se ducha primero, al final
terminaron jodiendome.
-Por orden de
altura-dijo Mery.
-A la mierda-digo
indignada, mi metro sesenta no competía contra ellas.
-Te aguantas
enanita del bosque.-me dice Marina y la fulmino con la mirada.
-Malditas
jirafas... -digo sentándome.
Mery de duchó y a
continuación se ducho Marina que se tomó su tiempo y yo me puse a
gritarle y a golpear la puerta para que terminase a lo que ella
contestó poniéndose a cantar a pleno pulmón Wrecking ball.
Cuando por fin
puedo entrar en la ducha, a los 5 minutos comienza mi móvil a
sonar.
-¡Esto tiene que
ser una broma!-grito a lo que nadie me contesta. Me hago la sorda y
termino mi ducha, cuando el agua empieza a salir fría.
Me pongo el pijama
y salgo, me han dejado sola, creo que voy a matar a unas personas...
Cojo el móvil y
me tiro en la cama, tengo una llamada perdida de mi madre. La llamo y
charlo un rato con ella y comento como me lo estoy pasando en fin, la
típica charla.
-Mamá tengo que
dejarte, voy a llamar a María. Un beso, no me eches demasiado de
menos.-le digo con voz divertida.
-Se intentará...
Un beso, come bien y no te acuestes muy tarde.-iba a colgar pero
prosiguió- te llamo mañana.
Cuelgo, y busco en
la agenda el número de Mery. Espero unos cuantos pitidos y comienza
a hablar la operadora. Cuelgo y pongo los ojos en blanco.
Pongo música como
hago cada noche en mi casa y saco un libro para ponerme a leer.
Al corto tiempo
golpean la puerta, cierro el libro y me levanto, abro la puerta y
Mery y Marina entran rápidamente.
-¿Dónde
estabais?-pregunto con tono inquisitivo.
-Comprando
suministros-dice Mery señalando las bolsas que llevaban- por cierto
te he cogido dinero porque no lo íbamos a pagar todo nosotras.
-Os habéis tomado
vuestro tiempo...-les digo volviendo a tirarme en la cama
despreocupadamente.
-Si, es que nos
ligamos a el dependiente-dice Marina.
Comenzamos a reír.
Inspeccioné los refrescos y chucherías que habían comprado.
Terminamos
``bailando´´ con la música a todo volumen hasta que golpearon de
nuevo la puerta.
Abrí entre risas
y observé la cara de enfado de Jake.
-Tenéis que parar
la música, se están quejando los demás.-dice con voz seria y no
pude evitar soltar una carcajada.-y os vendría bien dormiros ya.
-Tranquilízate
hombre, que es verano.-le golpeo el hombro con el puño en broma y
sonríe.
-Venga, a dormir,
que mañana vais a terminar destrozadas.
-Está bien.
Chicas, quitad la música.-digo mirando a Mery que está tirada en el
suelo cotilleando mi maleta. La miro frunciendo el ceño mientras
ella saca mi ropa interior y la tira por la habitación.
Se levanta
cogiendo unas braguitas entre los dedos y se las enseña a el
monitor. Me quedo inmóvil roja como un tomate.
-¿Si vendo esto
en ebay cuánto me podrían pagar?- Le grito y le quito la ropa
interior y me encierro en el baño escuchando la risa del monitor.
A el rato se dejan
de escuchar las risas y salgo fuera del baño. Señalo a Mery con el
dedo indice.
-Tu... Me voy a
vengar cuando menos de lo esperes.-le digo con tono malicioso. Me
mira riendo.
-Eso te pasa por
no tener el neceser del maquillaje más a mano.-dice encogiéndose de
hombros.
Me empiezo a reír
yo también, estoy acostumbrada a este tipo de bromas.
-Eso en mi pueblo
es pelea.-dice Marina desde su cama.
Obligo a Mery a
recoger el desastre que ha organizado mientras yo sigo hablando con
Marina sobre nuestras vidas y bromeamos.
-Listo.-dice Mery.
-¿Cuándo decías
que llamaban estos?-pregunta Marina.
-Ni idea, pero
espero que pronto o me duermo a este paso.
Me recojo el pelo
en un moño desordenado y cojo un refresco.
-¿Cómo le irá a
Rou por España?-le pregunto a Mery.
-Pues fijo que
estará echándole el ojo a algún compatriota.-dice riendo.
-Se la echa de
menos-digo sonriendo.
Seguimos hablando
para no dormirnos hasta que nos llamen.
Mi móvil comienza
a sonar y las chicas me miran entrecerrando los ojos. Debería haber
puesto el móvil en silencio. Cojo el teléfono.
-¿Sí?.-pregunto.
-¿Almu? Soy Josh,
¿podéis venir ya?-nos pregunta y se escuchan las voces de los otros
chicos de fondo.
-Sip, ahora
vamos-digo con una sonrisa.
-No tardéis, es
la única cabaña con la luz encendida y la puerta abierta, no tiene
pérdida.
-Está bien.-le
digo-ahora nos vemos.-digo y cuelgo.
-¿Nos vamos
ya?-dice Mery, asiento.
-Ya era hora.-dice
Marina.
Nos ponemos los
botines y nos disponemos a salir de la cabaña.
Cierro la puerta
con llave y nos vamos haciendo el menor ruido posible.